Los médicos internistas son aquellos que por conocer el funcionamiento de cada órgano interno y los sistemas del cuerpo puede entonces proteger y diagnosticar enfermedades partiendo de los síntomas o sensaciones que tiene la persona y apoyado en exámenes que se le pueden solicitar. No ven cada órgano como un isla dentro del cuerpo sino como una parte de un sistema y por eso tratan integralmente las enfermedades cuidando no solo del órgano especialmente afectado sino de todos los demás que se le relacionan.
El deseo de escribir este artículo nace en la importancia de esta especialidad para todos los adultos y la mala interpretación que tienen del Internista debido a que la palabra que lleva su nombre (internista) es poco concreta y no hace referencia a un órgano como tal, como puede ser cardiólogo (a) (corazón), neumólogo (a) (pulmón), hematólogo (a) (sangre).
Los Médicos Internistas o también llamados médicos clínicos somos aquellos especialistas que atendemos personas adultas (en Colombia mayores de 18 años) preocupadas por proteger o estudiar sus principales órganos internos: corazón, riñones, sangre, pulmones, hígado, intestinos, entre otros, y así mismo iniciarles el tratamiento en caso de encontrarlos con alguna enfermedad.
Debes tener claro algo que es fundamental en los humanos: lo más común es que una enfermedad no afecte un solo órgano sino varios al mismo tiempo, por ejemplo las enfermedades del corazón por lo general tienen afectadas las arterias periféricas o es afectado por estas (como en la hipertensión arterial), el hígado o los pulmones y es por esto que muchos pacientes se presentan con síntomas en distintas partes del cuerpo pero el problema original se ve ubicado en un órgano impensable o inesperado que no tenía relación con lo que el paciente estaba sintiendo en ese momento.
Lo anterior permite entonces destacar una de las principales características de los internistas que es tener la habilidad de diagnosticar. Por eso hacemos tantas preguntas durante la consulta ya que estamos tratando de armar un rompecabezas cuyas fichas son los síntomas y al juntarlas poder reconocer la figura (imagen del rompecabezas) que sería el órgano culpable de toda la enfermedad. Cuando llegamos al diagnóstico, es decir a conocer la causa de le enfermedad y la mejor opción para tratar esta es por medio de una cirugía, entonces enviamos el paciente al cirujano ya que no tenemos la habilidad de operar.
Lo más útil del Médico internista es que al conocer de forma detallada como funcionan los principales sistemas y órganos de nuestro cuerpo entonces pueden intervenir en cualquier momento: prevención, diagnóstico (cuando ya está presente la enfermedad) y definiendo el tratamiento de las mismas bien sea en urgencias, salas de hospitalización o en la consulta ambulatoria.
Cuando la enfermedad que se logró diagnosticar es muy extraña o poco común entonces se decide remitir al paciente a un sub especialista que solo trate dicho órgano enfermo (neumólogo, cardiólogo, endocrinólogo, entre otros) pero seguimos siendo nosotros quienes velamos por la atención armónica, lógica y cuidados de un paciente más no de un sólo órgano, no olvides que los órganos de un cuerpo son diferentes pero pertenecen al mismo dueño, como dice un antiguo refrán “5 dedos tan diferentes pero pertenecientes a una sola mano”, que es un perfecto ejemplo para que comprendas que tu corazón, pulmón, hígado o cualquier otro órgano está en relación con todos los demás órganos y así mismo debe ser tratado, por eso existimos los internistas.
¿Cuándo acudir al médico internista?
– Cuando quieres tener un médico de cabecera, estés sano o enfermo
– Cuando tengas síntomas o sensaciones nuevas que te parecen extrañas y no estaban antes
– Cuando quieres proteger tus órganos vitales aunque no les haya aparecido ninguna enfermedad
– Cuando quieres hacer un buen control de una enfermedad
– Cuando nadie haya dado con tu diagnóstico
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