El síndrome metabólico es la enfermedad más común a nivel mundial en este momento y la que más vidas cobra cada año, por encima incluso de cualquier otra causa que puedas imaginarte.
Por eso, debe interesarte saber al respecto porque este es el “mal” del siglo XXI.
Aquí te explicaré qué es, por qué sucede, y cómo nos asesina.
¿Qué es el síndrome metabólico?
Es el resultado final y la máxima expresión de la opulencia actual del mundo (3-4 de cada 10 adultos lo tienen).
Este síndrome es es el resultado de un estado de inflamación de bajo grado pero permanente (crónica) producida por la interconexión entre los malos hábitos y la genética de cada persona, siendo más importante lo primero, que desemboca en un conjunto de “signos” que expresa el cuerpo:
La obesidad central (grasa dentro del abdomen), la resistencia a una hormona propia como la insulina (esto hace que el azúcar se quede circulando en tu sangre y suba demasiado), la hipertensión arterial (tensión o presión alta), y los triglicéridos elevados en sangre, son aquellos signos que representan la punta del iceberg, y que se presentan sólo cuando hay demasiadas fallas al interior del cuerpo.
Como leerás a continuación, hasta ahora lo usual es que veamos como enfermedades aisladas a la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes y los colesteroles alterados, pero lo que sabemos en la actualidad es que todos ellos son expresiones corporales o manifestaciones que se originan en un par de causas comunes.
¿Por qué se dá el síndrome metabólico?
Es un circuito que tiene un punto de activación o inicio, pero al final termina siendo un círculo vicioso. Sin embargo, aquí intentaré explicarte de forma sencilla y ordenada lo que sabemos hasta ahora.
Todo comienza con un exceso diario de energía ingerida (comida), el cual hará que dicho sobrante no se desperdicie sino que se guarde en forma de grasa en los tejidos adiposos pero principalmente en el del abdomen, recubriendo los órganos internos hasta introducirse a ellos, volviendolos grasos, como el “hígado graso”.
Este fenómeno de aumento del tejido graso o adiposo dentro del abdomen va a llevar a varias catástrofes:
La primera es alterar la forma como el hígado procesa las grasas y varios de los carbohidratos que comemos, haciendo que todos se conviertan en más grasa dentro del hígado.
Éste órgano vital, funciona como un ventilador, esparciendo toda esa grasa por el cuerpo a través de la sangre, generando la “elevación de colesteroles” y el acúmulo de estos dentro de las arterias más delicadas de nuestro cuerpo. Las inflama y luego termina por taponarlas; produciendo infartos, derrames, demencia.
Así mismo, bloquea las células para poder procesar el azúcar que circula en la sangre, generando una resistencia que termina dejando el azúcar circulando por mucho tiempo en la sangre, lo cual es absolutamente perjudicial porque con el tiempo esa azúcar se comportará como leña que inflama las arterias en su interior, haciendo que se vuelvan “pegachentas”, formando fácilmente trombos o coágulos dentro de ellas, llevando a que sea más probable que se tapen.
Vamos a otro efecto de la grasa acumulada en el abdomen. Dichos acúmulos tienen la capacidad de producir “hormonas” que se liberan a la sangre, las cuales hacen que aumente la rigidez de las arterias, produciendo “hipertensión arterial” o comúnmente llamada presión alta de forma permanente.
Imagínate un sistema de mangueras que reciba diferentes cantidades de agua a mucha presión y no tenga la capacidad elástica para abrirse o cerrarse ajustándose a la cantidad de agua que esté pasando, siendo entonces un sistema rígido que terminará por reventar cuando vengan volúmenes altos de agua. Eso mismo sucede con las arterias cuando sufres de hipertensión arterial.
La posibilidad de que lo que comes desencadene todo lo anterior, será dependiendo de la inflamación que tenga tu cuerpo como consecuencia de la inactividad física, consumo de tabaco, alimentos dañinos, estrés.
Además, dependerá de si tu cuerpo está programado (genética) para ser un gran ahorrador de energía, como le sucede a aquellos que comiendo poco suben de peso muy fácil.
(Leer: 10 alimentos buenos para el corazón)
¿Cuáles son las consecuencias del síndrome metabólico?
Produce las causas que están cobrando mayor número de vidas en la actualidad alrededor del mundo.
Todos los mecanismos que mencionamos arriba van a terminar produciendo:
- Infartos del corazón por taponamiento de sus arterias (4 veces más de probabilidad)
- Derrames cerebrales, llamados trombosis, también debido a la oclusión de las arterias en el cerebro (4 veces más de probabilidad)
- Diabetes, debido a la resistencia generada en las células por no poder procesar el azúcar (5 veces más de probabilidad)
- Demencia, debido también a la obstrucción crónica y progresiva de las arterias cerebrales que van haciendo se que “ahogue y muera” por partes el tejido cerebral (2 veces más de probabilidad)
- Cáncer, por el desequilibrio hormonal generado por la grasa abdominal (entre 2 a 3 veces más de probabilidad)
- Obesidad
- Otro gran número de enfermedades asociadas como trastornos del estado de ánimo, entre otros
¿Cómo sé si estoy sufriendo del síndrome metabólico?
Primero debes preguntarte qué tanta actividad física haces, y si son menos de 150 minutos a la semana, aumenta la probabilidad.
Por otro lado indaga tu alimentación, sobre qué tanta proporción de alimentos vegetales naturales consumes, y si no son más del 80% de lo que comes, es posible que aumente la probabilidad.
Luego mírate al espejo y observa tu abdomen, si tienes grasa acumulada allí que hace que mida más de 90 centímetros en hombres u 80 centímetros en mujeres (perímetro abdominal a nivel del ombligo con un metro), entonces hay exceso de grasa acumulada al interior recubriendo tus vísceras, y esto sí que aumenta la probabilidad.
Por último, acude a tu especialista para que evalúe todos estos aspectos y realice algunos exámenes médicos que ayudarán a determinar si estas desarrollando el síndrome metabólico.
(Leer: Más fibra menos enfermedad)
Bibliografía
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