¿Es malo entrenar con gripa?

Entrenar con infecciones respiratorias puede convertiste en un grave problema de salud. Los deportistas o personas que hacen ejercicio con regularidad pueden tener infecciones respiratorias con cierta frecuencia y esto puede afectar tanto sus cronogramas como su rendimiento físico. 

A pesar de que la actividad física mejora el sistema inmunológico (defensas), veremos que hay momentos en que este mecanismo defensivo puede disminuir y permitir la entrada de infecciones que pueden comprometer seriamente nuestra salud en algunas ocasiones si no manejamos las cosas con responsabilidad. 

¿Qué es una infección respiratoria?

El aire que respiramos debe llegar hasta nuestra sangre. Para lograr esto atraviesa las fosas nasales, entra en un sistema de tubos llamado tráquea (en el cuello) y bronquios (en el pecho) llegando finalmente a los pulmones, donde algunos de sus componentes podrán ingresar a la sangre. Una infección respiratoria significa que entró un agente microbiano (usualmente virus o bacterias) a cualquier parte de este sistema, el cual se defenderá produciendo tos y moco principalmente.

¿Qué pasa con las defensas durante el deporte?

Normalmente, el deporte mejora la capacidad de nuestras defensas para evitar que los microbios que entran al sistema respiratorio logren inflamarlo. Sin embargo, si la actividad física es de alta intensidad o duración, tanto durante como después de dicho esfuerzo se usará demasiada energía (entre otros procesos) y disminuye de forma transitoria el funcionamiento adecuado de nuestras defensas, usualmente durante 2 a 3 días. Por lo anterior es frecuente tener gripe después de una carrera o una semana de entrenamiento fuerte.

¿Qué riesgos existen si entreno con gripa?

Usualmente no pasará nada, sin embargo, en pocas ocasiones puede ser catastrófico. Debido a la posible disminución de efectividad de nuestras defensas durante este tiempo. Si entrenamos mientras tenemos una infección de gravedad moderada en adelante, la posibilidad que se propague el virus a otras partes de cuerpo (corazón, huesos) o que entren otros microorganismos, aumentará.

Tuve un caso con una deportista élite de triatlón, quien durante un episodio gripal continuó entrenando, y una semana después encontramos que el virus respiratorio llegó hasta la médula de sus huesos y la dejó sin defensas disponibles. Por fortuna se suspendió a tiempo la actividad física y la deportista recuperó sus defensas nuevamente en menos de 72 horas.

¿Cómo saber si puedo entrenar o no cuando tengo una infección respiratoria?

Es sencillo de saber, pero difícil de cumplir, ya que el estrés generado por dejar de entrenar 2 a 3 días puede hacernos cometer el error de continuar entrenando. Si tu respuesta a alguna de las siguientes preguntas es afirmativa, entonces NO debes entrenar:

1.     ¿Me siento terrible?

Cuando la percepción del estado general de salud es mala, entonces debe tomarse como un primer signo de que la infección es más seria de lo usual.

2.     ¿Tengo síntomas por debajo del cuello?

Usualmente la gripa  genera moco nasal, tos seca, disfonía (cambio en el tono de voz), leve dolor de garganta. Los anteriores son los cambios en la parte más alta del sistema respiratorio que está ubicado por encima del cuello. Si tienes síntomas por debajo de este, como es tos con expulsión o movilización de flema en el pecho, fiebre, escalofríos, dolor muscular o articular en el cuerpo, significa que la infección ha avanzado hasta la parte profunda de nuestro sistema respiratorio y esto puede generar una complicación seria de la infección respiratoria.

3.     ¿He tenido problemas de mis defensas anteriormente?

Cuando ya has tenido enfermedades o problemas asociados a tu sistema de defensas (inmunológico) es mejor tener paciente, ya que el riesgo de complicaciones es mayor que el de cualquier persona.

Si decides entrenar, la sugerencia médica es:

  • –        Disminuye la intensidad y duración a la mitad de lo que venías haciendo
  • –    Podrás incrementar de nuevo la carga deportiva si al día siguiente hay mejoría en tus síntomas
  • –        Aumenta la hidratación durante y después de la jornada
  • –        Debes evitar estar en déficit de algún nutriente importante, especialmente carbohidratos, proteínas, vitamina C o D.
  • –        No asistas a sitios concurridos o encerrados, como un gimnasio en momentos específicos, aviones, entre otros.

Finalmente, a pesar del beneficio que tiene el ejercicio al fortalecer nuestro sistema inmunológico, cuando tenemos jornadas de alta intensidad o duración podemos tener una disminución transitoria de este sistema defensivo, lo cual aumenta el riesgo de contraer una infección, y en caso que ésta ya exista, aumenta el riesgo de contraer gérmenes mas agresivos o que haya expansión del mismo a otras partes del cuerpo, lo cual se da en pocos casos que pueden ser reconocidos previamente a través de algunos síntomas que reflejan el lugar y la intensidad de la infección respiratoria actual.

Bibliografía consultada

–         Acute Illness in the Athlete. Clin Sports Med 38 (2019) 577–595

–         Exercise and Respiratory Tract Viral Infections. Exerc Sport Sci Rev. 2009 October ; 37(4): 157–164

–         Nasal disease and quality of life in athletes. J Laryngol Otol. 2018 Sep;132(9):812-815

–         Immune nutrition and exercise: Narrative review and practical recommendations. European Journal of Sport Science, 2018

–         Infection risk in gyms during physical exercise. Environmental Science and Pollution Research, 25(20), 19675–19686.

–         Recommendations to maintain immune health in athletes. European Journal of Sport Science, 2018 Vol. 18, No. 6, 820–831