BLOG

Ejercicio en Diabetes: Más que un hipoglucemiante

Oct 29, 2019 | Ejercicio, Enfermedades | 0 Comentarios

A propósito de la conferencia que se dará para personal médico en Latinoamérica, esta semana nuestro artículo va dirigido a aquellos que tienen la labor de atender pacientes en el programa de diabetes. 

 

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2), una de las pandemias de mayor aumento en los últimos 30 años, sigue siendo un reto médico hasta ahora difícil de afrontar ya que su tratamiento requiere de la participación activa de los pacientes y, a su vez, de una visión integral de los médicos tratantes para lograr mejores resultados: control y tratamiento. 

 

¿Cuál es el problema con la diabetes?

 

A pesar de todos los esfuerzos en salud pública, la incidencia ha aumentado al doble en países donde no era una enfermedad común; la prevalencia persiste y va en aumento, y más preocupante aún, la mortalidad ha aumentado por causa de los eventos cardiovasculares mayores, siendo la causa del 50% de las muertes en pacientes diabéticos.

Sólo hace 4 años que contamos con evidencia clínica de buena calidad que respalde algún medicamento hipoglucemiante en la disminución de mortalidad por causas cardiovasculares como son los SGLT2, y otros dos medicamentos con evidencia de calidad intermedia favoreciendo este mismo desenlace, como la metformina y los DPP-4

 

El ejercicio: más que un hipoglucemiante en diabetes

 

La realización de ejercicio programado por parte de los pacientes con DM2, ha sido una estrategia de tratamiento y control más que fascinante y efectiva, entendiendo este término de efectividad como la suma de impacto en mortalidad, control metabólico, impacto en  calidad de vida y efectos adversos. 

 

El ejercicio aeróbico ha demostrado en los estudios prospectivos una gran disminución de la mortalidad hasta en un 60%, cuando se indica de forma programada. El beneficio se ha documentado cuando se realiza por más de 2h semanales, idealmente más de 3h, y tan importante como el tiempo total parece que, la frecuencia semanal también lo es, por lo que realizar ejercicio de 5 a 6 veces semanal es la que hasta ahora demuestra este gran beneficio en mortalidad de nuestros pacientes. La causa de esta gran disminución en un desenlace tan importante como este, se ha demostrado que está relacionada es con la capacidad cardio-respiratoria del paciente, es decir con su capacidad aeróbica o de ejercicio (tolerancia al ejercicio) independientemente de la pérdida de peso que pueda generar esta actividad, lo cual es un dato alentador para su prescripción.

 

Por otro lado, en el manejo de las complicaciones microvasculares, cuyo control se relaciona principalmente es con la HbA1c, el cual no ha demostrado mejorar la mortalidad pero si la morbilidad y carga de la enfermedad, el ejercicio combinado (aeróbico más fuerza) es tan efectivo como cualquier hipoglucemiante oral que exista en la actualidad. Para tal fin el programa debe incluir no solo actividad aeróbica sino también el entrenamiento de fuerza (especialmente con peso adicional en gimnasio) al menos 2 veces por semana con un total de 8 a 10 ejercicios y al menos 2 sets de cada uno con 10 a 12 repeticiones. Entonces, la combinación de actividad aeróbica y fuerza es la que logra un control de la HbA1c de hasta 0,8% en promedio, y con eventos adversos mínimos. 

 

El ejercicio en DM2, un tratamiento paralelo y no alterno

 

Un programa de ejercicio bien diseñado, de forma integral entre las especialidades tratantes pero que fundamentalmente sea prescrito de forma oportuna o incentivado directamente por el médico tratante, le permite al paciente no solo controlar mejor su enfermedad sino también disminuir la mortalidad que persigue incesantemente a los pacientes diabéticos. 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *