La depresión es una de las nuevas enfermedades que trajo el siglo XXI, siendo una de las más devastadoras ya que disminuye de forma brutal la calidad de vida, y además disminuye la productividad de toda persona que la padezca.
La investigación en medicamentos para esta enfermedad ha sido de las áreas de mayor inversión en los últimos años, pero aun así este problema de salud pública (porque nos importa y afecta a todos) sigue en aumento.
Aunque no le dan prensa ni portadas en las revistas científicas, el avance y descubrimiento de la importancia de la nutrición en la aparición y/o tratamiento de la depresión ha sido revelador en los últimos 20 años.
Esto supone una nueva esperanza para los pacientes, aunque el precio a pagar es muy alto, porque el cambio de alimentación desafía la voluntad de cada uno y es por eso que solo pocos se alcanzan a curar de este mal llamado depresión.
Aquí te dejo unas recomendaciones nutricionales que tienen tanto efecto como los medicamentos más famosos para el tratamiento de esta enfermedad:
· Nutrición basada en plantas:
Indiscutiblemente la alimentación que basa sus aportes en los productos naturales de las plantas son un factor protector para la aparición de la depresión, tal como nos lo ha mostrado la Dra. Beezhold en varios estudios publicados desde el 2010, demostrando que tanto hombres como mujeres cuya nutrición evitaba plenamente el consumo de productos animales, incluyendo el pescado, tuvieron menos síntomas de ansiedad y tristeza.
· Alto consumo de frutas y verduras:
Aumentar las unidades diarias de estos alimentos te va a dar una protección muy alta contra la ansiedad y depresión, como fue publicado en un meta análisis (los mejores estudios) por el Dr. Lassale, junto a otros científicos, encontrado que más de 5 frutas al día y adicionalmente verduras, pueden disminuir hasta en un 60% la aparición de los síntomas negativos que produce la depresión.
· Retirar los lácteos:
Aunque suene cruento, parece que los lácteos a través de su contenido de una proteína llamada Caseína, presente en todos los lácteos pero especialmente concentrada en los quesos, al entrar al cuerpo se procesa y se convierte en un producto llamado Casomorfina, el cual actúa en centros nerviosos tal cual como sus familiares opioides, pudiendo llegar a producir depresión, como lo han sugerido algunos estudios, especialmente los realizados en Suiza en la depresión de mujeres post parto
· Aumentar el ácido fólico y vitamina B12:
Estos componentes han sido encontrados bajos en las células sanguíneas de un gran número de personas con depresión, por lo que se han publicado varios estudios que demuestran un beneficio importante al aumentar el consumo de alimentos fortificados con estos elementos o en su defecto suplementos con las concentraciones y presentaciones adecuadas.
Los mecanismos por los cuales los alimentos naturales derivados de plantas mejoran el estado de ánimo y protegen o ayudan a mejorar la depresión, aún no son claramente entendidos, lo cierto es que impactan de forma contundente.
Se ha planteado que el alto consumo de fibra que aportan estos alimentos ayuda a disminuir la inflamación que pueden producir algunos alimentos, así como mejora la microbiota intestinal que termina produciendo ácidos grasos de cadena corta beneficiosos para el cerebro.
El Dr. Xu publicó un estudio donde consumir más de 30 g de fibra diarios (ej. 1 taza de lentejas y 4 frutas) en la dieta proveniente de alimentos naturales, logró disminuir la depresión en hasta un 70%
Por otro lado, al evitar el ácido araquidónico (una molécula super inflamatoria) contenido principalmente en alimentos de origen animal, logra un efecto desinflamatorio a nivel de todo el cuerpo, y esto evita la aparición de alteraciones cerebrales que llevan a la depresión.
Toma en cuenta entonces todas estas recomendaciones que pueden ayudarte a ti o a alguien cercano que esté sufriendo de depresión o ansiedad, tal vez la solución está en cada uno y no en únicamente en medicamentos.
Bibliografía de este artículo
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