Pros y contras de correr con tapabocas

Correr con tapabocas ha sido una de las normas obligatorias para reiniciar el deporte al aire libre. Quienes lo han hecho, han experimentado toda clase de sensaciones negativas e incómodas, al punto de preferir infringir la norma o definitivamente no realizar la práctica deportiva. 

Aquí te van algunas explicaciones posibles para esas sensaciones y recomendaciones médicas para que la experiencia mejore y no presentes ningún percance mayor con el uso del tapabocas mientras corres.

¿Es seguro correr al aire libre?

Hasta el momento sí, y el riesgo de transmisión del virus es extremadamente bajo si se cumple con la norma de oro de bioseguridad: distanciamiento (mayor a cinco metros y no estar en grupos) y evitar el contacto con superficies potencialmente infectadas (medios de transporte, pasamanos, juegos de parque, entre otras).

¿Por qué debo usar tapabocas para correr al aire libre?

Es más una recomendación extrema de seguridad por parte de las autoridades con el ánimo de prevenir cualquier tipo de riesgo. Desde el punto de vista médico, usar el tapabocas durante los entrenos de atletismo al aire libre es más por norma gubernamental que por riesgo  de transmisión. 

Los escasos estudios científicos evaluando la transmisibilidad del virus en corredores han sido hechos en laboratorios, con túneles de viento y en un ambiente controlado, siendo difícil aplicar los resultados a la vida real. Sin embargo, los estudios emitieron cierto grado de alerta y eso es suficiente para que las autoridades reglamenten el uso de estas máscaras faciales para atenuar cualquier riesgo. 

¿Cuál es el tapabocas indicado para correr?

Sin lugar a duda debe ser el tapabocas quirúrgico. Su diseño lo convierte en el más apto para corredores y evitan que el corredor infecte a otros esparciendo el virus en aire que deja tras su paso.  

Otros tapabocas que han sido permitidos para uso por fuera de instituciones de salud, han sido los tapabocas de tela o reutilizables, aunque la evidencia científica no es suficiente para recomendarlos en primera instancia, pueden reemplazar a los tapabocas quirúrgicos en caso de que no los consigas. 

No es recomendable reemplazarlo por los famosos “buff” hechos de diferentes materiales como lycra, algodón, entre otros. De hecho no cuentan con estudios suficientes para probar su eficacia como protector contra micro organismos. 

Tampoco sería recomendable correr con otro tipo de máscaras faciales diferentes al tapabocas quirúrgico, como el N95,  ya que pueden generar problemas por bajar demasiado la cantidad de oxígeno inhalado y llevar a problemas agudos de salud. 

¿Qué puede pasar al correr con tapabocas al aire libre?

Al correr, aumenta la velocidad de respiración, la necesidad de que entre (inhalar) más oxígeno y expulsar (exhalar) dióxido de carbono del cuerpo.  

El tapabocas quirurgico disminuye la cantidad de oxígeno (O2) que inhalamos por nuestra nariz o boca y a su vez almacena el aire que estamos expulsando con dióxido de carbono (CO2), haciendo que disminuya el oxígeno que llega a los pulmones y órganos (hipoxia) y se re-inhale (vuelva a entrar) parte del dióxido que hemos expulsado (hipercapnia).

La hipercapnia y la hipoxia son los responsables da la sensación de falta de aire, subida de la frecuencia cardiaca más rápido, dolor de cabeza (cefalea), mareo, visión borrosa, o inclusive de que exista un mayor aumento de la tensión arterial al correr.

Éstos síntomas se dan principalmente cuando corremos a intensidad moderada en adelante, que es cuando hay mayor requerimiento de oxígeno para las células del cuerpo y a su vez hay mayor cantidad de dióxido para expulsar. 

Por otro lado, con el sudor y el vapor de humedad por el aire acumulado entre el tapabocas y nuestra cara, entonces éste dispositivo de protección se moja, se vuelve incómodo, genera secreción nasal, piquiña y ocasionalmente ardor.

Todo esto lleva a que sus características físicas cambien y disminuya su capacidad de protección anti microorganismos, así mismo nos lleva a estarlo tocando, moviendo, retirando y poniendo constantemente. 

Entonces, ¿debería correr con tapabocas?

Por supuesto que debes usarlo. Los riesgos y sensaciones asociadas son más que todo molestas pero es poco probable que se vayan a generar consecuencias graves por los síntomas de la hipoxemia y la hipercapnia mencionados.

No hay estudios que hayan evaluado los fenómenos en esta época que nos den claridad sobre las recomendaciones precisas de cuándo sería peligroso usar el tapabocas. Sin embargo, aquí te dejamos varias recomendaciones basadas en la fisiología del cuerpo y nuestro conocimiento médico: 

  • Usa siempre un tapabocas quirúrgico o uno de tela apropiada, no otros dispositivos
  • Cambia de tapabocas cada que salgas a correr, o en caso de los tapabocas de tela, lávalos con detergente por cada uso.
  • Correr a intensidad baja, o aeróbico bajo, para evitar el desbalance entre el aporte de oxígeno al cuerpo y el dióxido de carbono que se debe expulsar
  • Para y descansa, o baja mucho la intensidad, cada 6 a 10 minutos para disminuir los requerimientos de oxígeno del cuerpo y expulsar parte del dióxido de carbono acumulado. Respira tranquilamente por 1 ó 2 minutos y retoma el entreno. 
  • Evita entrenos de atletismo que duren más de 40 ó 50 minutos sobre todo si no tienes un alto nivel de entrenamiento previo
  • Si eres una persona con antecedentes de enfermedades cardiacas (infartos, válvulas, arritmias, falla cardiaca), vasculares (hipertensión arterial, derrames cerebrales previos, aneurismas previos), pulmonares (EPOC) ó anemia; entonces sólo deberías caminar. Si vas a trotar debe ser a la intensidad más baja posible siempre.